Esta boda permanecerá en la memoria de todos sus invitados para siempre. Y es que la sorpresa que da el novio a su futura esposa les dejará sin palabras por mucho tiempo.
Hasta el día de hoy la vida no ha sido precisamente de color de rosa para este hombre. Hace 13 años se rompió la pierna. Sin embargo, lo que debería haber sido un proceso de recuperación normal, cambió la vida de Kevin Taylor por completo.
Kevin desarrolló un trastorno nervioso llamado síndrome del dolor regional complejo (SDRC). Según su médico, este era el peor caso que había visto durante su carrera. En 2009 Kevin sufrió un tremendo revés y tuvieron que amputarle la pierna.
De forma admirable, Kevin intentó tomarse la situación lo mejor posible. Intentó no pensar en la pésima suerte que había tenido y convencerse de que podía haber sido peor. Sus amigos sienten una gran admiración por él, especialmente por su fuerza: “La característica más destacable de Kevin es que nunca se ha quejado, a pesar de lo que le ha sucedido“. Sin embargo, la vida de este joven soltero estaba a punto de cambiar para siempre.
Cuando conoció a su futura esposa, fue amor a primera vista. ¿Y qué hay de la silla de ruedas? ¡A esta mujer de Texas no le importa lo más mínimo! Ella lo recuerda así: “Cuando llegué, Kevin me miró y la sonrisa le llegaba de oreja a oreja. La conexión fue inmediata“. Decidieron casarse y empezaron a preparar entusiasmados el gran día, invitando a amigos y familia. Pero Kevin Taylor comenzó a preparar una sorpresa de las grandes para su futura esposa a sus espaldas.
Con todos los invitados ya allí, la novia hizo su entrada acompañada por su padre. Es entonces cuando el cura se dirigió a los presentes: “Poneos en pie“. ¡Y eso es precisamente lo que hizo Kevin Taylor! Las lágrimas empezaron a rodar por las mejillas de la novia, que se quedó completamente estupefacta. Tan perpleja que no podía articular palabra. Estaba viendo a su alma gemela levantarse y caminar por primera vez.
Kevin Taylor se había preparado para este momento durante meses. Comenzó a realizar fisioterapia en secreto, sin que su novia lo sospechara. Hizo rehabilitación durante incontables horas hasta que lo que parecía imposible se hizo realidad. Aprendió a andar con una prótesis a pesar del dolor indescriptible que su enfermedad le producía. Kevin consiguió fortalecer los músculos de la pierna que estaban atrofiados; tanto que pudo levantarse el día de su boda y mirar a los ojos a su futura mujer.
Este increíble momento quedó grabado en vídeo para la posteridad:
Es casi imposible imaginarse cómo se sintió esta mujer el día de su boda. Si quieres que otros conozcan esta historia, compártela con tus contactos.
0 comentarios:
Publicar un comentario